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Recolectar la información, estructurarla adecuadamente en forma de indicadores e integrarla dentro de tus cuadros de mando te permitirá analizar correctamente la evolución de tu explotación y el cumplimiento de tus objetivos. Siendo estos datos tan importantes y determinantes para la gestión del resultado a través de las decisiones, muchas veces ocurre que el empresario se centra excesivamente en la parte técnica del negocio y pierde el foco sobre el uso de esta información, cometiendo generalmente alguno de estos siete errores, siete pecados muy importantes, que hoy te comento.

Los activos, son los bienes y derechos que la empresa posee para realizar su actividad, como consecuencia de ella o como inversión. Están valorados económicamente porque pueden ser transformados en dinero. A esta capacidad se le denomina liquidez de los activos. En función de esta liquidez, los activos de clasifican en CORRIENTES o NO CORRIENTES.

Todas las opciones de inversión tienen una alternativa. Todas las inversiones tienen un coste de oportunidad. El coste de oportunidad de tu inversión inicial en inmovilizado es tu capacidad financiera futura. La alternativa a la inmovilización de los recursos es la externalización de los procesos.

En el episodio de hoy quiero hablar sobre tres conceptos que se suelen confundir con relativa frecuencia y que realmente tienen muy poco que ver. Me refiero al margen, la rentabilidad y la liquidez. Puedes obtener buenos resultados y no tener liquidez. Al contrario, tu empresa puede estar comprometida gravemente por sus malos resultados y mantener una buena liquidez debido a que ha realizado (vendido) activos o ha recurrido al endeudamiento.

El secreto del éxito es la capacidad de convertir las ideas en cosas. El éxito empresarial consiste en tomar las decisiones adecuadas y llevarlas a la acción de la forma que se obtengan los resultados establecidos. El desarrollo de la función directiva,  requiere de cuatro niveles de ejecución: PLANIFICACIÓN, ORGANIZACIÓN, DIRECCIÓN y EVALUACIÓN. La medida de la proximidad de los resultados obtenidos a sus objetivos viene dada por las habilidades directivas: ANÁLISIS, SÍNTESIS y ACCIÓN.

Hoy te quiero hablar sobre tres claves que considero fundamentales para el futuro de tu empresa. La información. La acción y la innovación. Qué es importante en la información es que la base de datos y de información sea única, accesible a toda la organización, estructurada para permitir accesos según distintos criterios y actualizada.

La construcción del resultado de tu empresa no dista mucho de la lógica de un modelo de LEGO o de TENTE. El resultado final lo vas construyendo a través de estructuras intermedias, de resultados intermedios. El presupuesto de explotación y la memoria de acciones son tu manual de instrucciones. Si tienes dudas acude a un profesional y comprueba que, al final, no te falten o te sobren piezas.

Para llevar a cabo tu proyecto debes desarrollar todas tus capacidades y actitudes poniendo los cinco sentidos en ello. Crea escenarios para tu empresa y ubica a tu cliente siempre en cada uno de ellos. Estate atento a los signos y anticípate para transformar las amenazas en oportunidades. Fórmate, infórmate y actualiza tus estructuras. Atrae, retén y consolida el talento en tu empresa.

Más del 80% de las empresas de nueva creación no sobrevivirá a sus primeros cinco años. Los motivos se encuentran en una mala planificación económica y financiera. Muchas empresas podrían tener una segunda oportunidad si se aplicaran las medidas adecuadas. Si finalmente decides cerrar hay una serie de factores que debes de salvar siempre: Clientes, alianzas estratégicas, marca y recursos. Debes anticiparte y tomar las decisiones adecuadas de forma que tu mentalidad y actitud emprendedora no se vea afectada. 

Crear y desarrollar una empresa es de héroes, pero no de llaneros solitarios. La empresa genera dinámicas propias que tarde o temprano se escapan de tu control. Tu función no es la de crear una relación de control en tu empresa sino una relación de P.O.D.E.R. (Planificación, Organización, Dirección, Evaluación y Relaciones humanas). Haciendo lo que debes serás lo que, genuinamente, quieres ser.

Tu empresa es una película a la que debes de dotarle de guion y donde debes saber a qué público te diriges.Los actores y los papeles que desempeñen serán parte determinante del éxito. Cuando griten ¡ACCIÓN! deberás haber decidido si serás el protagonista. 

Todo proyecto empresarial lleva implícitamente una financiación. No existe proyecto si no existen clientes. Las ventas validan los proyectos. En los primeros momentos, el proyecto debe financiarse a través de las ventas. Salvo que se trate de capital inteligente no incorpores recursos hasta haber validado el proyecto. De otra forma, el proyecto solo perdurará hasta que el final del endeudamiento os separe.

Todos los activos están sujetos a un proceso de depreciación. Las amortizaciones recogen esta depreciación, así como la participación de los activos en el proceso productivo. Existen amortizaciones contables y fiscales, las cuales debes determinar por separado. Siempre debes amortizar porque, aunque reduce tu resultado general, no influye en el análisis de tu resultado operativo.

Los proyectos empresariales no son modelos de una única opción, con un resultado cierto, basado en la parte técnica del negocio. Un proyecto es el resultado de una propuesta de valor llevada a la acción dentro de un modelo operativo y un modelo económico y financiero. Estos modelos son marcos de referencia, donde no hay cabida para la improvisación. La planificación y la gestión de las alternativas son las garantías del éxito.

Tu empresa dispone de dos herramientas fundamentales de gestión. La cuenta de explotación y el balance de situación. Ambas herramientas son suficientes y te ofrecen la información necesaria para la gestión profesional de tu empresa. Debes de evitar confeccionar cuentas de explotación paralelas que te generen resultados alternativos a la realidad. Evita que la realidad te sorprenda con herramientas inadecuadas. No te crees universos paralelos. Bien gestionada, la actividad te ofrece  información a tiempo para tomar decisiones y desarrollar acciones correctoras.

Un plan de tesorería y un sistema de pagos sistemático, son imprescindibles para una adecuada gestión profesional de tu empresa. El confirming te aporta todas las ventajas de los pagos domiciliados añadiendo utilidades que, bien gestionadas te aportarán beneficios económicos y financieros. Una vez determinada la herramienta que estimes más conveniente, utilízala para situarte en el centro de la gestión financiera de tu empresa.

Debes establecer un plan de tesorería y generar una estructura de pagos sistemática. Los pagos domiciliados ordenan correctamente tus pagos y te permiten el acceso a la información relacionada con ellos. Te permite fácilmente determinar días fijos de pago, primer paso para la confección de un plan de tesorería. Mejora tus costes operativos y de gestión y mejora tu imagen ante tus proveedores.

Todos los proyectos tienen implícitamente una financiación. La financiación de la empresa debe de mantener un equilibrio entre sus fuentes propias y ajenas. Para mantener este equilibrio puedes optar por el endeudamiento propio para dotar de recursos a la empresa. Esta decisión te aportará flexibilidades para ti y para tu empresa.

Una de tus funciones como directivo es tomar las decisiones que favorezcan las acciones más eficientes. Tomar estas decisiones basándote en impresiones o intuiciones, además de consumir recursos necesarios, pueden comprometer el desarrollo de futuras oportunidades. Dótate de un sistema de información adecuado, gestiona la información con habilidad directiva y contrasta los resultados tanto internamente como en relación a los obtenidos por tu competencia.

Para su desarrollo, la empresa requiere de la adquisición de activos fijos. Estos activos pueden ser esenciales, operativos y complementarios. Con la evolución del proyecto, se produce una relajación en los criterios sobre la adquisición de sus activos. Si confundes tus recursos con los de tu empresa, comienzas a incorporar activos con uso privado. Esta práctica te generará problemas económicos, financieros y fiscales, así como conflictos con tus socios.