Sinopsis
Meditaciones del Quijote, publicada en 1914, es la primera gran obra filosófica de José Ortega y Gasset y marca el inicio de su singular trayectoria intelectual. Concebido como un ensayo a la vez literario y filosófico, el libro utiliza el Don Quijote de Cervantes como punto de partida para explorar cuestiones fundamentales sobre la realidad, el arte y la condición humana. Ortega no ofrece una simple interpretación de la novela; la transforma en una meditación sobre cómo los individuos construyen sentido dentro de sus circunstancias y cómo la cultura emerge de la tensión entre imaginación y realidad.
La obra comienza con la célebre afirmación de Ortega: "Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella, no me salvo yo". Esta frase resume su filosofía de la razón vital, que sostiene que la vida humana no puede comprenderse separadamente del mundo concreto en el que se desarrolla. A través de Don Quijote, Ortega examina la relación entre idealismo y realidad: las aventuras del caballero simbolizan la tendencia humana a imponer sueños e ideales sobre un mundo resistente. Sin embargo, en lugar de considerar ese idealismo una locura, Ortega lo interpreta como una expresión necesaria de la energía creadora de la vida: la voluntad de trascender la propia condición, aun permaneciendo atado a ella.
En sus meditaciones, Ortega también reflexiona sobre la identidad cultural de España, viendo en Don Quijote un espejo del espíritu español: apasionado, idealista y profundamente introspectivo. Lamenta que España, con frecuencia, no haya logrado reconciliar su imaginación poética con las exigencias de la razón y del progreso. Así, Meditaciones del Quijote se convierte simultáneamente en un tratado filosófico y en un diagnóstico cultural: un llamado para que España —y, por extensión, la humanidad— redescubra el equilibrio entre vida, razón e imaginación.