Informações:

Sinopsis

14 de Julio Kenneth Tu enemiga mortal «Hermanos, no queremos que ustedes se queden sin saber lo que pasará con los que ya han muerto, ni que se pongan tristes, como los que no tienen esperanza. Así como creemos que Jesús murió y resucitó…» 1 Tesalonicenses 4:13-14   Muchos de nosotros, aunque somos creyentes, hemos visto la aflicción y la tristeza como parte tan natural de la vida que ni siquiera nos hemos preguntado si está bien. En efecto, si somos sinceros, debemos admitir que hay veces cuando en realidad queremos sentir lástima y tristeza por nosotros mismos. ¿Por qué escogemos sentir tristeza? Porque la tristeza produce cierta satisfacción emotiva. Ofrece una oleada de sentimientos que, al principio, son casi embriagadores. Pero la aflicción y la tristeza son peligrosas. Hace varios años, Dios me mostró que la tristeza y la aflicción no son los sentimientos inocentes que creemos. Las fuerzas tras estos sentimientos son en realidad seres espirituales enviados por el mismo diablo para robar, matar y destru