Imer / ¡vámonos Con Pancho Villa! (radionovela)

Tiburcio y su hijo montan en caravana rumbo al norte, convencido y resignado a su destino. Somos bandidos. El silencio es índice de temor, de inconformidad. ¿Qué somos pues? Somos bandidos. Somos fieles a Pancho Villa. Villa habla con Tiburcio para convencerle que su sanguinaria determinación era por su bien. Pronto dejaría de preocuparse. Pero Villa también le tiende una trampa, lo que obliga a Tiburcio en cientos de pensamientos, de temores, de miedos e inseguridades. Aunque el siempre ha sido leal a los principios que desencadenaron la lucha, se siente bandido, acechado y señalado. Desconfía de Balboa y Celestino.