Graves Y Agudas

Interviniendo el espacio público estamos tomando espacios de poder | Editorial

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Sinopsis

Aparece lo íntimo, lo único, el mundo interior, lo subjetivo, “lo privado” como aparte, separado de la dimensión pública. ¡Mentira! Esta mentira sostiene que en la vereda de enfrente, de manera opuesta, aparece “lo público”, lo político. Lo público podría ser lo que mi cuerpo enuncia por su sola presencia en el espacio público. Estoy en la parada esperando el bondi para ir al colegio. Tengo 12 años. Me auto percibo como una chica. Pasa uno y me grita algo sobre mis tetas. ¿Qué puedo hacer? El hecho de estar ahí parada, a los ojos de todos, que mis tetas apenas se asomen como un bulto en mi remera las hace pasibles de ser señaladas. No puedo hacer nada para evitarlo. Estoy ahí parada siendo una chica, ¿qué otra cosa puedo hacer? Estoy ahí anunciado mi feminidad. Ese discurso de mi cuerpo atrae a otros discursos… el de esos tipos que me han gritado que me cogen y cómo, cuando aún iba a la primaria. Eso que mi cuerpo enuncia, es en mi caso mi feminidad, pero hablamos de cualquier cuerpo que no sea el del hombre-