Tal Como Eres

Mi peor clienta del mundo fue una amiga (spoiler: ya no es amiga) que tenía una tienda. Ella vendía mi joyería en su tienda. Así como amigas suelen echarse la mano, bien bonito.  En una de nuestras llamadas de amigas me sacó toda la sopa de mis técnicas para hacer mi joyería porque quería arreglar unos aretes míos que ella tenía y según no me quería quitar el tiempo así que ella los iba a arreglar solita. Como era amiga, no dudé y le conté todo y con detalles. Se lo conté con gusto. Así como las amigas lo hacen, bien bonito. Unas semanas después el algoritmo me comenzó a mostrar imágenes de joyería que se parecían muchísimo a la mía. OBVI le hice clic. Ese clic me llevó a … La tienda virtual de aquella supuesta ‘amiga’.